THE MARMALADE: THE DECCA YEARS




Por Sturrock

La elección de Low Stars como disco del mes de septiembre me ha evocado la obra que para el sello Decca ofreció durante cuatro años el grupo Marmalade. Castle Music ha recogido todo este trabajo en una antología titulada The Marmalade: “Rainbow. The Decca Years. 1969-1972”. Aquí se recogen sus dos LP´s de la época, los singles y material inédito. Todo ello en un doble CD acompañado de una completa información.

Reconozco que en un primer momento mantuve una cierta reticencia con Marmalade. En mi desmedida obsesión por descubrir música de los sesenta y escuchar grupos de la época, el hecho de que la única canción que conociera fuera la versión del “Ob la di, Ob la da” de Beatles significaba que siempre existieran prioridades por delante de ellos.

Evidentemente todo cambia en el momento que te adentras en su discografía. Y conviene adentrarse, porque Marmalade, a mi entender, ofrece tantos claroscuros, tantos altibajos que habrá quien dé la vuelta a mi opinión argumentando que Marmalade bien pudiera ser un grupo mediocre, tocado en ciertas ocasiones con la varita de la genialidad. Yo sinceramente pienso lo contrario. Quizá su principal error radicó en tratar siempre de ir a la moda, de evitar la innovación, de reflejar en sus canciones el estilo de música que imperaba en ese momento. Eso sí, siempre con una indudable base pop.

Su época en Decca me parece sencillamente impresionante. A esa base pop típicamente británica se le añade una doble influencia americana (la moda country-folk tan en boga a inicios de los setenta) que desemboca en unos temas sencillos, límpidos, con una espléndida armonía de voces al nivel de mis adorados Hollies.

“Reflections of my life”, “Rainbow” y “The ballad of Cherry Flavor”, recogidas en los dos primeros singles para Decca, simple y llanamente me conmueven. Música emotiva, sensible, que llega al corazón. Canciones originales firmadas por el cantante Dean Ford (seudónimo de Thomas McAleese) y el guitarrista Junior Campbell sin duda en el mejor momento de su carrera. El long play subsiguiente debiera haberles servido para codearles con los grandes de la época pero “Reflections of the Marmalade” pinchó. En su afán por abarcar más estilos, el disco carece de la necesaria continuidad y las grandes canciones (“Fight say the mighty”, “Dear John”, “I´ll be home”) se entremezclan con otros proyectos fallidos. Un single posterior les lleva de nuevo, en mi opinión, a la gloria. ¡Qué maravilla me parecen tanto “My little one” como “Is your life your own”!

Tras este single, Junior Campbell abandona el grupo. Marmalade resulta un grupo tan atípico que la marcha del “alma mater” del grupo no parece, en principio, resentir el producto. Su sustituto, Hugh Nicholson, le suple tanto en la composición como en la guitarra y sus dos primeros singles vuelven a tener éxito. A mi particularmente me encantan las caras B: “Lonely Man” y “Love is hard to re-arrange”.

Es el momento de grabar un segundo long play para Decca. “Songs” representa un nuevo fracaso que supondrá el fin del grupo en esa etapa. El disco me parece casi genial, lo mejor para mí de Marmalade. El “casi” se encuentra en el peaje de la moda que en esta ocasión aparece en dos temas totalmente prescindibles al estilo Deep Purple, alejados del sentimiento que emanan el resto de las canciones. “Sarah”, “Mama”, “Empty bottles” (una obra de arte compuesta por el bajista Graham Knight),... Temazos impresionantes. La época Decca finaliza con un single donde su cara B, “Just one woman” es una de mis canciones favoritas, un ejercicio magnífico de pop .

Acepto que en ciertas opiniones me he dejado llevar por la pasión pero la música es precisamente eso y lo que te apasiona quieres compartirlo con alguien que esperas mantenga el mismo sentimiento. Ojala seáis vosotros.

Por cierto, Marmalade continúa en activo con un amplio número de actuaciones en el Reino Unido.

Página Web de Marmalade

Artículo escrito por Sturrock