THE CHRIS STAMEY EXPERIENCE - "A QUESTION OF TEMPERATURE"



Crucificar a la revista musical Ruta 66 se ha convertido en una especie de deporte de moda en los distintos foros de internet, críticas que en la mayoría de los casos respeto pero no comparto. Mi afición por la música es de las que necesitan alimentarse continuamente de lecturas sobre grupos y discos, y no sólo a través de las amplias posibilidades que la red ofrece, sino también recurriendo al formato de siempre, el papel, formato este que me resulta mucho más cómodo de leer. Es por esto que entre todas las publicaciones musicales que se ofrecen mes tras mes en los quioscos y demás librerías, Ruta 66 me sigue pareciendo la más interesante. Pero no es este un artículo destinado a hablar sobre revistas musicales ni a defender a una publicación que, como todo en la vida, no es ni mucho menos perfecta.

¿A que viene toda la introducción un tanto rollenta y en principio fuera de lugar del párrafo anterior?, pues que ha sido Ruta 66 la revista que en su número del pasado mes de febrero me ha puesto sobre la pista del disco al que hoy le prestamos atención, un disco con el que me he llevado una agradable sorpresa y eso que no es de los que puedan entrar a primera escucha, (al menos no en todos sus temas), he necesitado varias audiciones para exprimirle todo su jugo, que en este caso y afortunadamente es mucho. Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de mis discos de cabecera, en uno de mis favoritos de lo que llevamos de año, entre otras cosas porque me ofrece la posibilidad de recurrir a él no sólo cuando busco rock clásico y guitarras poderosas, sino también cuando busco un tema tranquilo, que me relaje y con el que pueda cerrar los ojos y dejar volar mi imaginación. De todo esto hay en “A question of temperature”.



CHRIS STAMEY es un personaje clásico dentro del rock alternativo, fundador a finales de los setenta de bandas como The Sneakers o los imprescindibles dB`s. De dB`s es fácil encontrar una reedición de sus dos álbumes: “Stands for deciBels” y “Repercusion” en un 2x1 y a buen precio (creo que sólo tienen dos álbumes de estudio como banda, dejando al margen posibles recopilatorios y trabajos en solitario de Chris Stamey o de Peter Holsapple, pero no estoy del todo seguro, agradecería que alguien me corrigiera si no estoy en lo cierto).

He tardado mucho tiempo en valorar toda la grandeza de este seminal grupo de power pop, new wave, jangle pop, rock alternativo o como querais etiquetarlo y es que en principio para una de esas personas que hasta hace pocos años tenía una concepción bastante ramoniana y basada en la inmediatez de entender la música, el tratar de digerir a un grupo de esos considerados oscuros y raritos le resultaba una complicada tarea. Superadas las dificultades iniciales, a día de hoy me doy auténticos festines sonoros con la música de The dB`s, y en sus discos puedo encontrar influencias de gente como Elvis Costello, Television o The Cars o a la inversa, influencias de los dB`s en los primeros discos de R.E.M , de hecho Scott Litt (productor de varios discos de R.E.M) se encarga de los controles en el disco “Repercussion”.



En 1983 CHRIS STAMEY abandona los dB`s y se centra de lleno en su carrera en solitario, publicando hasta el año 95 un total de seis discos: “It`s a wonderful life” (1983), “Chrismas time” (1986), “It`s alright” (1987), “Fireworks” (1991), esa especie de reencuentro con su compañero de los dB`s, Peter Holsapple en “Mavericks” (1992) y “The Robust Beauty of Improper Linear Models in Decisión Making”(1995).

A lo largo de la década de los noventa, CHRIS STAMEY aprende a desenvolverse como productor, como consecuencia de este aprendizaje podeis encontraros con su nombre en la nómina de trabajos de gente como Alejandro Escovedo, Whiskeytown, Yo La Tengo Le Tigre, Ben Folds o los más recientes y favoritos de Power Pop Action!, The Mayflies.

Ha colaborado ocasionalmente con gente tan recomendable como Alex Chilton, Bob Mould o Mith Easter, encargándose también de la primera edición de uno de los más importantes y más bonitos discos de POP de todos los tiempos, el “I Am The Cosmos” de Chris Bell.

En el 2004 retoma su carrera en solitario con el disco “Travels On The South”, recibiendo muy buenas y merecidas críticas, algo que seguramente Stamey, tras diez años sin haber publicado ningún trabajo supo agradecer.

En enero de este año el sello Yep Roc publica “A Question of Temperature” su más reciente disco, nada menos que 15 temas y en el que se combinan unas interesantes versiones con temas propios.

Chris Stamey es uno de esos músicos a los que como vimos repasando su biografía, cualquier tipo de etiqueta musical se le queda pequeña, factor que queda reflejado ya en sus primeros discos. Difícil de encasillar por tanto en un estilo determinado, lo suyo es la diversidad y el eclecticismo, mostrando un amplio abanico musical que puede gustar tanto al rockero más clásico como al popero más exigente; ¿nos damos un paseo por el disco?, pues vamos allá.

El disco comienza con “Conspiracy Theory”, una especie de intro de carácter ruidista e instrumental que no me acaba de enganchar; a volumen alto puede resultar incluso más molesta que un vecino bakala, es por esto por lo que en la mayoría de los casos comienzo a escuchar el disco en su segundo tema, donde me encuentro con una versión del “Shapes of Things” de los YARDBIRDS en el que la banda que acompaña a Stamey durante todo el disco, nada más y nada menos que los YO LA TENGO, brilla a gran altura, algo que se puede comprobar en el final tan psicodélico del tema.

De los YARDBIRDS saltamos a TELEVISION y esa bonita composición pop que es “Venus”, ¿no os recuerda por momentos en la voz y en la forma de cantar a Nikki Sudden?. De TELEVISION a los CREAM y su tema “Politician”, me encanta esta versión, conserva el ritmo de la original, aunque pierde en intensidad blues gana en rock con la guitarra de Ira Kaplan, sensacional en este tema, al igual que Tyson Rogers con los adornos de teclado.
Tras la espesura de “Politician” llega la sosegada “Plainest Thing”, preciosa, para escuchar una vez tras otra, cierra los ojos e imagínate una cama sobre la que la belleza y la intensidad hacen el amor.



Compared to What” es otra versión, en este caso de Eddie Harris y Les McCann, no conozco el original, pero “Compared to What” suena para este disco como dinamita pura, una mezcla de rock and roll, blues y porque no, funky, con una sección rítmica perfectamente engrasada y unos muy buenos arranques guitarreros.

Se acaban las versiones en el disco y “The Summer Sun”, el corte séptimo aparece como la primera compuesta por CHRIS STAMEY, un buen ejercicio de pop playero y luminoso, la canción más sencilla y más fácil de escuchar del disco, entra a primera escucha.

Come on” es un tema instrumental capaz de trasladarte a los grupos de este estilo de los primeros sesenta, una especie de Shadows o Ventures haciendo sonar sus guitarras sobre una caja de ritmos.

Sleepless nights” es un buen ejercicio de pop, una especie de canción de cuna, de nana infantil; “McCauley Street” es un tema que empieza tranquilo recogiendo el testigo del anterior, pero con un cambio de ritmo brutal e intenso, cayendo de nuevo en la tranquilidad para finalizar el tema. Sensacional y posiblemente el tema que más recuerde a los YO LA TENGO.

Desperate man” es un buen ejercicio de rock and blues, sí, habéis leído bien, Chris Stamey y los Yo La Tengo se atreven con todo.

El tema 12 es una especie de continuación del “Sleepless nights”, esa canción de cuna, pero no ha llegado todavía la hora de retirarse a dormir, todavía hay sitio para las sorpresas y excentricidades en los tres temas que cierran el disco. Como definir por ejemplo, “Dr. Strangelove`s Assistant or: How I Learned to Stop Worryng and Love”, una especie de swing and western, la banda sonora perfecta de una película de cine mudo, genial; destroza por completo todo el dramatismo que en este disco pudiese existir.

V.O.T.E. Psa” es una especie de chiste, de slogan político de menos de un minuto de duración, algo de lo que aquí en Galicia, en plena jornada de reflexión, estamos bastante hartos.

El tema que cierra el disco no lleva título y me recuerda mucho a alguna de las canciones del tecno pop de los ochenta, aunque de ritmillo alegre, deja una sensación de vacío y un aire triste y melancólico. Mal tema me parece por tanto el escogido para cerrar un sensacional disco.

Por último destacar que alguna de las versiones de este disco no fueron cogidas de modo caprichoso, como la de los CREAM o la de LES McCANN, ambas con fuerte carga política, y es que Chris Stamey es otro de los muchos americanos que aborrecen a su gobierno y que sueñan con un mundo mejor, sin guerras, sin asesinos, sin dictadores psicópatas disfrazados de falsos defensores de la democracia, en definitiva…los sueños sueños son y afortunadamente todavía las grandes multinacionales no nos cobran un canon por soñar.

Artículo escrito por Rafa Beatman